Lecturas de Febrero

¡Hola a todxs! Estoy feliz de enseñarles mis lecturas del mes pasado: encontré historias geniales, otras entretenidas y algunas que me sorprendieron muchísimo. Para ser un mes un poco más corto, leí bastante: ¡9 libros! Aunque en honor a la verdad, debo admitir que varios estuvieron cortos pero algunos muy densos. En fin, empezaré a fangirlear sobre ellos ya.

Este libro lo venía arrastrando desde enero y trata sobre las estrategias sutiles que usa la sociedad para ignorar, menospreciar o condenar a las mujeres que producen literatura. Es una incisiva crítica feminista, bien documentado, con un  tono sarcástico que analiza con casos específicos, nombres y fechas las formas en que se invisibiliza el trabajo de las mujeres. Las técnicas van desde el desaliento, la invisibilización, la excepcionalidad, la contaminación de la autoría, la negación, etc.

Como mencioné, constantemente usa ejemplos de cómo funcionan estos mecanismos: algunas veces son reveladores, pero en su mayoría los encontré exhaustivos, dificultando el ritmo de la lectura. Asimismo, el libro fue publicado en 1983 y aunque mucho de ello sigue vigente, se notan las décadas de distancia: muchas estadísticas cambian o ignora la situación más actual. De cualquier forma, me hizo consciente de cómo se ha silenciado (y hasta punto sigue pasando) las voces de las mujeres en materia creativa.

Son una serie de cuentos sumamente peculiares, donde cada uno es caracterizado por la presencia de ciertos animales: obviamente, de peces betas, pero también de hongos, gatos y cucarachas. Es curiosa la forma en que Guadalupe construye cada cuento, reflejando hasta cierto punto la vida de los protagonistas en los animales, constituyendo un elemento importante en la narración e historia. Los protagonistas se enfrentan a una problemática específica, como la maternidad, infidelidad o crisis, y es apasionante ver cómo lo plantea Nettel, con una atmosféra asfixiante y a veces hasta fatalista.

Este es el primer volumen de una serie de tiras cómicos que escribió el argentino "Quino", protagonizadas por una niña de cinco años que es sumamente curiosa, consciente del mundo en el que vive y sus problemáticas (como el consumismo, la guerra, la política, etc.). 

Estas tiras son más de lo que esperaba: son hilarantes, entrañables y me encanta la personalidad de Mafalda y sus amigos (como la niña que es la encarnación de los estereotipos heternormativos patriarcales, jaja). Sin duda, será una lectura constante este año.

De este libro no les contaré mucho, pues ya subí reseña al blog. Lo que sí les diré es que es un clásico estadounidense que me intimidaba leer. Nunca pensé que me encontraría tan identificada, que Sylvia pusiera en palabras los miedos y ansiedades que justamente me atraviesan especialmente estos meses. 

Narra la historia de Esther, una chica que viaja un verano a Nueva York al ganar un concurso y que le espera un último año de universidad antes de salir al mundo. Las descripciones, sus percepciones, sus pensamientos y el lento pero progresivo descenso a la locura que experimenta es asombroso y doloroso.

Binti es una novela sumamente corta, de ciencia ficción, pero poderosa. No era exactamente lo que esperaba pero me encantó. Es la historia de una chica que pertenece a una tribu africana, Himba, y es la primera de su gente en ser aceptada en una prestigiosa universidad en otro planeta. Pero la cultura Himba es muy arraigada y no recibe apoyo para emprender este viaje, en el que encontrará graves problemas.

Como mencioné, es sci fi, así que vemos un escenario interplanetario pero curiosamente con costumbres tribales tradicionales, combinado con alta tecnología. Vemos altamente las diferencias culturales, el racismo y la xenofobia. Algo que me pareció fascinante es lo orgullosa que se siente la protagonista de su identidad tribal, que la define en gran medida y lo contrasta constantemente.

Este es un clásico que desde hace tiempo tenía ganas de leer y pues como lo vimos en una clase, me animé a leerlo. Personalmente, no me gustó: la narrativa la encontré densa, lenta y excesivamente descriptiva. Seguimos el viaje de un marinero que se adentra en el Congo en la época imperialista, detalle los horrores que ve/vive y su búsqueda por una figura progresivamente mitificada.

Como internacionalista, conozco el contexto histórico y soy consciente de los horrores que se perpetraron en la carrera imperialista en la segunda mitad del siglo XIX, especialmente en el Congo Belga. Así que en cierta forma este aspecto no me pareció a mí revelador, pues se le reconoce por ser una crítica a los horrores del imperialismo. No sé, me parece que no pasaba gran cosa, no logré empatizar con los personajes y en sí la historia me aburrió.

A pesar de ser un libro tan pequeño, es algo denso: requiere su tiempo para leerlo. O al menos yo me tardé mucho: leía como 15 páginas por hora, jaja. Aunque también últimamente siento que me cuesta concentrarme leyendo y con este libro más. En fin, narra una historia peculiar, sobre un hombre que llega a una isla desierta, donde cosas (in)explicables suceden, acompañada de una historia de amor bastante extraña. No quiero contarles mucho de la historia, pero es extraña y fantástica. Hay un gran misterio y simbolismo en esta obra, que al terminarla te deja una sensación inquietante y fascinante.

Este año tengo la intención de leer más libros románticos, así que inicié con éste. Es la historia de una chica universitaria que ha tenido pocas relaciones pero terribles: un chico resultó ser gay y otro un degenerado. Trabaja en una cafetería pequeña y hay un hombre sumamente atractivo que suele ir los martes por su café y del que tiene fantasías constantes. Como es obvio, pronto sus caminos se cruzan y se embarca en una relación apasionada. ¿Qué les puedo decir del libro? Está lleno de clichés pero me mantuvo entretenida: narra una historia de amor no tan tóxica (aunque sí lo es), fogosa y desenfadada. Tiene su toque de drama, que en momentos me exasperaba, pero no era como que tuviera altas expectativas del libro jaja.

Desde que supe que este libro iba sobre ansiedad, tuve muchísima curiosidad de leerlo (bueno, escucharlo). En la prepa estaba obsesionada con John Green y quería ver si pensaba lo mismo de su narrativa o no. Obviamente, mi lectura de él cambió: noté patrones que recicla en sus libros (protagonista inseguro con amigx extrovertido, por ejemplo), y su historia no me mantuvo enganchada. Seguimos a Aza, una chica con ansiedad y pensamientos obsesivos, donde paralelamente desaparece un billonario misteriosamente.

Es una historia sobre amistad, primeros amores, aceptación e intimidad. Pero el misterio me pareció un poco flojo, y su resolución apresurada y poco creíble. Aun así, me mantuvo entretenida.

Creo que este mes que pasó leí más clásicos que en todo el 2018, jaja. De cualquier forma, me parece que tuve lecturas muy variadas geográficamente y de contenido, algo que me encanta y me enorgullece de ver. Ustedes ¿Leyeron algún clásico? ¿Han leído Mafalda? ¿Cuáles fueron sus lecturas de febrero?

¡Besos!