miércoles, 20 de febrero de 2019

The Bell Jar

"How did I know that someday—at college, in Europe, somewhere, anywhere—the bell jar, with its stifling distortions, wouldn't descend again?"
Titulo: The Bell Jar
Autor: Sylvia Plath
¿Saga?: Autonclusivo
Editorial:  Harper Perennial 
Fecha de publicación: 1963
Número de páginas: 244

Este libro cuenta la historia de Esther Greenwood: una talentosa, brillante y exitosa estudiante de último año de universidad, que poco a poco empieza a perder su cabeza. a cuestionarse lo que realmente quiere y las perspectivas de su futuro. Es una historia de ansiedad, locura y miedo, y a lo largo del libro vemos la lenta, bien formada y paulatina transformación de Esther.

Tenía pendiente esta obra desde hace años, y hace uno o dos años conseguí una copia en inglés, pero pues al ser un clásico me daba un poco de miedo leerlo por si no entendía del todo el lenguaje. Pero no es una obra tan vieja: tiene poco más de 50 años y el vocabulario que usa Sylvia es sencillo, incluso más fácil de leer que muchas lecturas contemporáneas pues no usa tantas contracciones o expresiones urbanas.

Conforme empezaba a leerlo, me iba atrapando más y más: la primera mitad del libro tiene un aire muy fuerte a El guardián entre el centeno, libro que, por cierto, no me gustó nada en su momento jaja. Pero en esta historia seguimos a una chica aplicada, inteligente y muy centrada, que toda su vida ha sabido lo que quiere pero de repente se empieza a cuestionar si será capaz de conseguirlo. Hay libros que dicen que llegan a ti en el momento adecuado: de haberlo hecho en cualquier otro año, quizá no te generarían los mismos sentimientos. Sin duda, éste lo hizo conmigo: yo también estoy empezando mi último año universitario y no saben la ansiedad y miedos que empiezo a experimentar. Ya sé que Esther siempre ha tenido todo claro, pero de repente se da cuenta de que no puede ser o tenerlo todo, y tiene que elegir. La vida universitaria te da cierta certidumbre, seguridad: y la perspectiva de la vida laboral es muy incierta, difícil y aterradora.

Así que sí, me fascinó ver como Sylvia Plath ponía en palabras todos mis miedos e incertidumbres: yo también soy una excelente estudiante (aunque no de perfectas A's como Esther, pero muy buena) y terminando la universidad, se abre un nuevo panorama desconocido, con dinámicas totalmente opuestas. Después de años de certezas, las dudas y miedos aparecen y en cierta forma todo se desmorona, todo es difuso e incierto. 
"To the person in the bell jar, blank and stopped as a dead baby, the world itself is the bad dream."
La personalidad de Esther es ansiosa, algo asocial y sobre piensa todo: su mente y narración era fascinante, tan bien delineada y algo con lo que me pude identificar hasta un buen punto. Me encantó la protagonista: ella es parcialmente consciente de que no puede tener todo en la vida, elegir algo significa la pérdida de otro camino. Además, es increíble la claridad que tenía con respecto a ser una mujer en este sistema heteronormativo patriarcal (especialmente en los sesenta): no se engañaba con conciliar la vida profesional y familiar. Ella sabía las dificultades y el trato diferencial que recibía por el hecho de ser mujer, ella notaba las interacciones y el perfil de sus compañeras/conocidas femeninas.

La narrativa me pareció sensacional: es en primera persona pero esto te permite adentrarte en la mente de Esther y entender todos sus miedos, anhelos y ansiedad. Me encantó ver cómo percibe todo. A pesar de ser una novela donde no pasan muchas cosas, la forma en que te cuenta la historia, sus percepciones, te mantienen enganchados. Es una novela muy introspectiva: sobre la vida, anhelos, recuerdos y miedos de una joven. Si tuviera que definir en una palabra esta novela, cómo te hace sentir y lo que transmite, es angustia.

Claro, la segunda mitad es más sobre su descenso a la depresión y en cierta forma sobre trastornos mentales: obviamente no me pude identificar ya en esta segunda mitad, pero fue fascinante la lucidez y lo preciso que escribe Sylvia sobre la depresión, probablemente porque la vivió. Aun así, encuentra las palabras perfectas para hacerte sentir la desesperación y soledad que conlleva, los estigmas e incertidumbre.

Como último comentario, es una novela semiautobigráfica, pero si leen la biografía de Sylvia (lo cual recomiendo hacer sólo cuando terminen la novela) no podríamos verla más apegada a su vida. Sylvia era una chica sumamente sensible, inteligente y lúcida. Es impresionante ver las similitudes, leer cómo desnuda su alma Sylvia ante nosotros, para entenderla, para comprender, para desestigmatizar. Ver cómo terminó su vida lo hace más angustioso... aunque tiene todo el sentido del mundo. 

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