martes, 17 de abril de 2018

¿Por qué no soy feminista?


Titulo: Por qué no soy feminista
Autora: Jessa Crispin
Editorial: Sin Fronteras
Fecha de publicación: 2016
Número de páginas: 109
Traducción: 
 Sí, sé lo que están pensando: si soy una persona declarada feminista ¿por qué leo un libro de una tipa que desde su título es provocativa y desdeña el feminismo? Pues porque esperaba encontrar argumentos elaborados y documentados de los fallos, descuidos o camino que falta por hacer de las feministas.

Pero en vez de encontrar un buen ejercicio de crítica, básicamente me encuentro con las diatribas subjetivas de una tipa diciendo que todo feminismo que no sea radical, con los mismos términos que ella defiende, está mal y no sirve para nada. Porque eso es: la autora critica implacablemente, de manera negativa y despreciando el feminismo actual, pero no hace un ejercicio de autocrítica. Habla y ataca cada acto, cada postura, cada cosa que cree que hace el feminismo actual y lo destroza: pero no presenta verdaderas alternativas, no presenta acciones para llevar a cabo en contrapartida. Por ejemplo, critica que las feministas creen empoderarse y alcanzar la igualdad a través del éxito individual, lo que en realidad sólo sirve para legitimar este sistema patriarcal heteronormativo ¿pero qué plan propone en cambio? Dice que el cambio debe ser estructural ¿pero mediante qué acciones? Dice que necesitan a verdaderas feministas ¿pero exactamente para hacer qué? Habla de una forma muy vaga y etérea de los cambios que deberían hacerse, pero no concreta nada. Nuevos enfoques y posturas que, por cierto, ya había escuchado antes en su mayoría: no me resultan sus ideas ni novedosas ni concretas.

Y algo que me molesta enormemente es que no usa bien los términos: hay docenas de feminismos, enfocados de diferente forma, para mejorar la situación de las mujeres y lograr la equidad: pero ella sólo hace una dicotomía entre feminismo radical, el que alaba y defiende, y el feminismo occidental, el cual denomina universal/actual, y a lo largo de su manifiesto lo critica desde diversos puntos, adjudicándole puntos o acciones que ni yo sabía que hacían, o criticando las acciones que pocas feministas hace y lo generaliza a todas. Me explico: ella declara que todas las feministas desprecian y reniegan de autoras radicales como Butler, Dworkin (a quien le hace la pelota como 15 veces) y Geer. No sé de dónde saca sus referente, pero la autora más cis/blanca/occidental que he leído, Caitlin Moran, ALABABA a la "Mujer Eunuco". Yo tengo en un pedestal a todas esas autoras.

Lo que me lleva al siguiente punto ¿de qué feministas HABLA? Hasta asume las respuestas que las feministas universales dan a sus argumentos. 
Algo que me molesto enormemente es que ella reniega de que las feministas actuales buscan mostrarse dóciles, tranquilas y felices con sus roles de género, que ella no puede aceptar un feminismo así porque ella sí está furiosas: creo que en casi todos los libros de feministas occidentales, posturas declaradas, la gran mayoría dicen QUE ESTÁN FURIOSAS. Yo casi consideraba un requisito estar molesta (con el patriarcado, los feminicidios, la desigualdad) para ser feminista. Y es que gran parte de los ejemplos de feministas que menciona, de manera directa, son las que ve en blogs o en comentarios en Internet.
Así como lo oyen: despreciaba a todas las feministas sólo por los comentarios que leía en Internet, y lo hace varias veces a lo largo del libro. Lo cual me lleva al siguiente punto: no puedo tomarla realmente en serio cuando su documentación y referencias son prácticamente nulas. No te presenta cifras, estadísticas o declaraciones significativas agrupadas: y como dije, muchos de sus ejemplos son de Internet. De veras que no puedo con ella.

Por otra parte, en su afán por desprestigiar al feminismo se contradice a ella misma. ¿Qué acaso nadie se dio cuenta de las incoherencias que soltaba? Hay veces que acusa al feminismo de llevar a cabo determinadas acciones, cuando páginas después ella sugiere acciones o propone lo mismo. Por ejemplo, acusaba a las feministas actuales de sólo escribir de manera anecdótica, sin usar teoría, cuando capítulos después ella misma usa su propia experiencia para explicar un punto y en general en todo su libro no aborda un enfoque teórico, sino subjetivo. O cuando critica a las feministas, por acoplarse a las estructuras heteropatriarcales cuando ella sostiene que la única forma de lograr un cambio verdadero es a través de la completa abolición, destruirlas por completo y empezar de cero. Y capítulos después critica amargamente a las feministas por querer cambiar radicalmente las estructuras familiares y sociales, sin pararse a pensar en que hay aspectos beneficiosos que se pueden rescatar. Critica demasiado al feminismo por todos los frentes, sin cuestionarse su propio feminismo, sin seguir un hilo claro coherente más allá de renegar y “evidenciarlo”.

A veces hace observaciones agudas, planteamientos interesantes sobre los cuáles repensar o reformular, como la inclusión limitada de mujeres (cis, blancas, de clase media) en el ascenso al poder o éxito. Pero luego vuelve a caer en generalizaciones o afirmaciones contradictorias que te hacen volver a poner los ojos blanco. Había escuchado que tenía una pluma mordaz: pero mas bien parece condescendiente. Supongo que quizá si hubiera sido de mis primeras lecturas, me hubiera resultado más innovador o hubiera encontrado varios planteamientos interesantes: pero ya otras autoras, años antes, habían puesto el foco ahí (como en la interseccionalidad y la cultura de la violación).





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