Maratón de lectura 24hrs

¡Hola a todxs! He andado un poco desaparecida pero es que traigo la cabeza en las nubes. Ahora regreso con toda la actitud, a traerles dos entradas semanales sin falta. 

Mientras tanto, he estado terminando una materia (tareas atrasadas y trabajo final), trabajando, viendo pelis y leyendo, claro. ❤ 

Si me siguen en mi Instagram sobre libros, se habrán dado cuenta de que en estos días hice un maratón de lectura de 24 horas. Les subí stories cada que terminé uno y un par de estados, pero aquí les platico mi experiencia completa.

Hace un par de semanas decidí aventarme un maratón de de 24 horas porque nunca lo había hecho y me dieron muchas ganas de intentarlo. Para ello, decidí que lo leería en mi cuarto de estudiante en Guadalajara, en mi última semana de clase, un día que tuviera libre de la escuela. Si me esperaba a hacerlo regresando a mi pueblo, habría sido imposible: tengo trabajo y mi familia no me hubiera permitido ausentarme tanto tiempo. La hora para comer es sagrada, así que imaginen el ataque le hubiera dado a mi madre si comía leyendo. xD

Así que decidí el día: el jueves 26 de julio. Sólo me faltaba definir qué libros y mi novio me dio la maravillosa idea de que releyera todo Harry Potter: una idea que me fascinaba. Pero ya sabemos que los últimos cuatro libros son bastantes largos y 24 horas no bastan (ni siquiera 48), así que pensé puedo leer los cinco primeros en un día, y ya en la semana devoro los otros 3. Jajaja pobre ilusa.

Por lo que planifiqué dormirme pronto el miércoles para levantarme a las 8 a.m. a leer. Pero hubo un gran fail: el miércoles por la tarde mi novio y yo fuimos al cine y quisimos ver una función temprano, la de 6:50, para desocuparnos pero se me nos hizo un poco tarde y llegamos a la hora justa. El cine que frecuentamos, Cinépolis, pone los miércoles de precio especial: por lo que la fila fue eterna y cuando nos tocó llegar a comprar los boletos ya era algo tarde. Decidimos ver la siguiente función, que era hasta las 9:30: ya se imaginarán lo tarde que me acosté, casi a la una jaja.

Por lo que ya íbamos mal. Me desperté un poco tarde, como 9:20 y en lo que acomodaba un par de cosas, iba al baño, subía un par de stories a mi Bookstagram y me preparaba galletas y café, se hicieron las 10. Pero empecé inmediatamente a leer La piedra filosofal. El libro me tomó seis horas terminarlo, supongo que leía un poco lento porque no despegaba los ojos de las páginas y no dejaba oxigenar a mi cerebro ni cinco minutos. Si bien me fascina leer, se vuelve un poco pesado al hacerlo durante un tiempo tan prolongado, sin salir a tomar aire fresco, dormir o relajarte/distraerte un poco. Aunque debo admitir que fue lindo volver a leer La piedra filosofal: ya es la quinta-sexta?) vez que lo releo y sigo disfrutándolo enormemente. En el final del capítulo de los trols no pude reprimir un par de lágrimas acompañadas de una sonrisa. En lo que lo leí me hice un sándwich (dándole vistazos rápidos a mi libro abierto en la encimera).

El primero lo terminé hasta las cuatro de la tarde. Inmediatamente empecé La cámara secreta y en lo que leía mi novio hizo un par de quesadillas y tacos de frijoles, acompañados de verdura. Con una mano comía y con la otra sostenía el libro a unas pulgadas de mi rostro. Creo que sólo es la segunda (o quizá tercera) que lo releo, así que descubrí un detalle fundamental y que da una pista para el sexto, una escena rápida a la que nunca le di importancia y me emocionó darme cuenta finalmente: cuando Harry se queda atrapado en Borgin and Burkes.

También mi novio me trajo un frappé de mocha del Starbucks para darme ánimos y energía. ❤ Ya en la noche, él también fue a comprar una pizza para que cenáramos: yo, leyendo el segundo y él viendo videojuegos. El libro lo terminé poco antes de medianoche: es ligeramente más largo que el primero pero mis prolongadas horas de lectura ya me empezaron a pasar factura.

Así que casi a las doce, inicié El prisionero de Azkaban. En ratos, leí acostada en el sillón, luego sólo estirando las piernas, luego con mis piernas flexiondas. Me encantó sumergirme de nuevo en este tercer libro, lo disfruté enormemente y me divertí reencontrándome con Los Merodeadores. Me tomé un café a media lectura y también tomé un poco de helado para motivarme. Me tardé leyendo porque esto es un maratón, no una carrera: me di mi tiempo para saborear cada palabra, disfrutar cada imagen, sin intentar presionarme. Aunque las prolongadas horas de lectura me hicieron un poco propensa a distraerme. Para cuando lo terminé, eran alrededor de las siete y media. 

Otra razón por la que me tardé leyendo es porque tengo las ediciones ilustradas por Jim Kay: son bellísimas, el grabado que acompañaba la mayoría de las páginas era muy bello, así como las imágenes, ya fueran pequeñas, de dos-tres centrímetros en una esquina o las gigantescas de dos páginas. La mayoría reflejaban lo que pasaba en el momento, otras eran un extra, como un retrato de un profesor o un par de láminas "sacadas" de Animales fantásticos y dónde encontrarlos, explicando la criatura que aparecía en ese momento. Aunque como Potterhead, me dio un poco de cringe que algunas no fueran 100% fieles a lo que plasmaba el libro.

Así que me quedaron menos de tres horas para finalizar y decidí dar por terminado mi maratón de Harry Potter. No había manera posible en que devorara El cáliz de fuego pero también me alegraba porque ya me ponía al corriente con las ediciones ilustradas de HP. Cada agosto/septiembre sacan una y sólo había leído La piedra filosofal: ahora ya leí los tres y en los próximos meses que compre el cuarto, tendré todo el año para leerlo antes de que salga el quinto. Tentativamente, cada verano leeré uno.

Y si alguien se alarma de que manchara estas bellas ediciones comiendo o yendo al baño, tranquilos: buscaba su edición de bolsillo y lo leía mientras. No hay modo humano en sostener con una mano un libro tan grande y pesado, ni tampoco pensaba maltratarlo, por ínfimo que fuera. Hasta la sobrecubierta les quitaba para leerlos sin perjudicarlos.

Busqué uno corto y encontré el adecuado: Blockade Billy, de Stephen King. Es finito por lo que pensé no tener problemas. Empecé recia, la primer media hora ya llevaba un cuarto del libro, me sentía fresca y concentrada. Pero esta historia algunos dicen que es de las peores, y con razón: habla exhaustivamente de Baseball, de jugadores, posiciones y jugadas y yo me enteraba de poco, no entendía bien lo que decían ni me interesaba en lo más mínimo, por lo que el cansancio empezó a adueñarse de mí, tenía que releer los párrafos hasta tres veces y me costaba mantener los ojos abiertos. Había segundos que los cerraba y los volvía a abrir. Pero a las diez terminé y me fui derecho a la cama, a dormirme hasta las 4 p.m. xD

Así que esa fue mi experiencia leyendo durante tantos horas, llevando conmigo el libro a la cocina a servirme agua o hasta al baño. No me arrepiento de haberlo hecho, pero creo que no lo repetiría: es muy cansado y el cerebro se bloquea un poco. Andaba pensando que se me antojaba más hacer un maratón de lectura pero repartido en un par de días y acabo de encontrar la oportunidad perfecta: el Booktube-A-Thon sí, ya sé que no tengo llenadera.

Empieza este lunes y creo que ya armé mi TBR: el lunes o martes se los platico.

¿Ustedes han hecho un maratón de lectura de 24 horas? ¿Les gustaría intentarlo? Procuren no burlarse tanto de lo tortuga que fui leyendo. ¡Besos!