domingo, 21 de octubre de 2018

La desaparición de Stephanie Mailer

“Da igual de dónde vengas, la gente te juzgará por adónde vas”.
Titulo: La desaparición de Stéphanie Mailer
Autor: Joël Dicker
¿Saga?: Autoconclusivo
Editorial: Alfaguara
Fecha de publicación: 2018
Número de páginas: 649
"La noche del 30 de julio de 1994 la apacible población de Orphea, en los Hamptons, asiste a la gran apertura del festival de teatro. Pero el alcalde se retrasa... Mientras tanto, Samuel Paladin recorre las calles vacías buscando a su mujer, hasta hallar su cadáver ante la casa del alcalde. Dentro, toda la familia ha sido asesinada.
Jesse Rosenberg y Derek Scott son los dos jóvenes policías de Nueva York que resuelven con éxito el caso, pero veinte años más tarde, en la ceremonia de despedida de la policía a Rosenberg, la periodista Stephanie Mailer lo afronta: pretende que Dereck y Jesse se equivocaron de asesino a pesar de que la prueba se hallara delante de sus ojos, y que ella posee información clave. Pero días después, desaparece."

Hace unos tres o cuatro años leí La verdad sobre el caso Harry Quebert, del mismo autor, porque me gané el ejemplar en un concurso gg y había escuchado verdaderas maravillas del libro, pero el precio excesivo me había hasta entonces detenido. Y se convirtió en uno de mis libros favoritos: era una historia con un asesinato de fondo, un escritor desesperado por escribir un nuevo éxito, boxeo, relaciones amorosas de todo tipo (de padres a a hijo, de novios, de pareja, de hermanos, de amigos), traiciones, venganza y una variedad enorme de personajes, todos apasionantes y curiosos. La novela traspasaba el amor a la literatura y tenía frases tan bellas, te daba un mini paro cardíaco con cada fin de capítulo.

Así que ya se imaginarán que tan pronto me enteré de la publicación de este libro en México, no podía esperar por leerlo. Pero me tenía nerviosa: ¿me gustaría tanto como el de Harry Quebert o me decepcionaría? Después de largas consideraciones, decidí iniciarlo y antes que nada agradezco haber leído hace tanto tiempo el de Harry Quebert: en mi opinión, no está al mismo nivel. Si bien es un gran thriller policial y me mantuvo enganchada, no se compara con la experiencia que tuve leyendo el otro libro. Quizá en su momento era más impresionable; quizá las constantes referencias literarias me hechizaron. De cualquier forma, me entretuvo y me mantuvo tratando de adivinar quién era el asesino.

A lo largo del libro, vamos descubriendo los detalles del asesinato cuádruple de 1994, así como intentar averiguar qué pasó con Stephanie. Seguimos de cerca a tres policías: Jesse, Derek y Anna. Ellos conforman el equipo de búsqueda y a su lado averiguamos cada detalle del caso, los acompañamos a los interrogatorios, a las investigaciones en campo y en sus conjeturas tratando de resolver este rompecabezas. 

Además, vemos los problemas, anhelos y traumas de cada uno. Jesse vendría siendo el personaje principal y personalmente debo decir que a mí me frustró mucho su actitud, el modo en que llevó su vida: no estaba viviendo para él mismo, sino siguiendo el sueño de alguien más y castigándose por algo que estaba fuera de su control. Lo mismo que Derek: un joven perspicaz y prometedor sargento que luego de los acontecimientos de Orphea decide retirarse al trabajo administrativo. ¿Qué lo orilló a abandonar su ascendente carrera? Aunque debo decir que me pareció un personaje más encantador, un poco más positivo que intenta vivir con las consecuencias de sus actos. Y la situación de Anna, me encantó: no sólo por las situaciones de género, sino por la relación que tiene con su padre y su ex esposo. Es fascinante y no puedo evitar admirar su valentía y determinación.

La narrativa es fluida: sin que te des cuenta, ya leíste 20-40 páginas. Y la historia atrapa tanto, que no puedes evitar seguir leyendo para juntar más piezas de este rompecabezas de mil piezas.  Un detalle que me encantó es que los capítulos son cortos (3-15 páginas) y en estos mismos hay ligeras divisiones marcados con un asterisco. Cuando los capítulos los estructuran así, me es más fácil devorarme montones de páginas o leer un poquito en mis ratos libres. Pese a que en un inicio el desarrollo es un poco más lento, el último tercio se pasa volando, con demasiadas revelaciones.
“Cuando has matado una vez, puedes matar dos veces. Y cuando has matado dos veces, puedes matar a toda la humanidad. Ya no hay límites.”
Esta novela de suspenso es también una novela coral: hay variedad de personajes, muchos involucrados en la historia en quienes Dicker decide ahondar y contarnos la historia de cada uno. Pese a que hasta la mitad o el primer tercio se vislumbra la relación, tienen cierta importancia en la historia. No son exactamente imprescindibles, pero ayudan a confundirnos y a ver cuánto alcance e influencia podemos tener en las vidas de otras personas. Personalmente, me encantó conocer la historia de cada uno: Dakota me frustraba con su actitud de niña mimada de 19 años; Alice me desesperaba lo maldita que era, como joven aprovechada repartidora de correos en una revista literaria; Meta me causaba sentimientos encontrados, entre desprecio y lástima a este reconocido pero viejo crítico literario; Jerry me parecía un personaje atrapado y lamentable, como director de revista literaria.

En cuanto al final, en un thriller es de vital importancia. La verdad es que me impresionó mucho: realmente no lo esperaba, pero tiene todo el sentido del mundo, sobre los acontecimientos de la actualidad y de 1994. Las débiles conexiones finalmente se ven claras y pistas que fueron discretamente ocultas hacen aparición de forma obvia. Es sorprendente pero creíble. Y las últimas páginas le dan un cierre perfecto a la historia: lamento dejar estos personajes pero el libro me deja con una sensación de paz y felicidad en mi corazón, algo que no esperaba con una novela negra.

Como única observación personal, me habría gustado ver que el libro se desarrollara en territorio fancófano, o al menos europeo: después de leer La verdad sobre el caso Harry Quebert, saber de que trata El libro de los Baltimore y ya leído La desaparición de Stéphanie Mailer, veo que sus libros se ambientan (al menos la mayoría) en Estados Unidos. Y no me parece ideal: ya muchísimos libros están situados allá ¿por qué no mejor presentarnos escenarios nuevos, como aquellos donde vive? Dicker tiene una imaginación vívida y tiene descripciones geniales de escenarios y detalles, me habría encantado ver un escenario europeo narrado por su voz. Quizá quería meter muchas referencias, localidades y empresas/periódicos que la mayoría conociera.

En fin, si buscan una buena novela negra, con algunos giros, con un ritmo trepidante, con una gran investigación policial, repleta de personajes diversos y con muchas historias que contar, les recomiendo este libro. No es la mejor obra de Dicker, pero sí un gran thriller que los mantendrá preguntando quién fue el asesino y qué es lo que está pasando en este pequeño pueblo de Orphea.

5 comentarios:

  1. Hola!
    Este libro tiene muy buenas opiniones, espero hacerme con él pronto.
    Gracias por la reseña.
    Besitos :)

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  2. ¡¡Hola!!

    Yo también descubrí a Joel Dicker con "La verdad sobre el caso de Harry Quebert" y después he leído también "El libro de los Baltimore". Aunque como el primero, ninguno, tengo ganas de leer este nuevo.

    Un beso

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  3. Yo tengo pendiente el de "La verdad sobre el caso de Harry Quebert". El que reseñas hoy me lo llevaré también a la lista de pendientes porque me ha llamado la atención la sinopsis y porque me gusta la novela negra.
    Gracias por la reseña.
    Besos.

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  4. Yo leí el libro hace un mes y me gustó mucho, realmente no recuerdo mucho del libro de Harry Quebert, ero si que me encantó y me abrió las puertas al thrillel, siento que esta novela le daba muchas vuelas a las cosas y no sé. Pero igualmente lo disfrtuñe y estoy emocionada por que este año irá a la fil de guadalajara e iré a verlo xd

    saludos xoxo

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  5. Yo todavía tengo pendiente el libro de Harry Quebert, así que todavía no quiero leerme nada más del autor. Lo malo es que ya sé de qué se trata todo, jajaja (las desventajas de ser adicta a los spoilers).

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