jueves, 4 de agosto de 2022

Los restos del día

 "Sólo veo el resto de mis días como un gran vacío que se extiende ante mí"

Título: Los restos del día
Autor: Kazuo Ishiguro
Editorial: Vintage Español
Fecha de publicación original: 1989
Número de páginas: 256

Novela histórica donde seguimos a un mayordomo, que hace un road trip donde a la par rememora sus años de cuando trabajó en una prestigiosa mansión, sirviendo a un lord británico que tuvo cierta influencia en la política de su época.

Les súper resumí la historia pero el libro es mucho más que eso. A través de escenarios cotidianos, donde pareciera que no pasa mucho, pasa demasiado. Porque esa lealtad que el mayordomo guarda hacia su patrón, esa devoción total a su trabajo, es desarmadora e insólita. Cómo un hombre se desvive tanto por su vocación, cómo prioriza su laburo y deja en segundo plano su vida. No diría que el personaje vive alienado, sino que tiene unos principios e ideas tan precisas/rígidas respecto a su deber que pareciera dejar poco espacio para él mismo. Me daban ganas de abrazar y sacudir al mismo tiempo al personaje.

Algo que resalto es el narrador, donde vamos descubriendo poco a poco su historia, con varias sorpresas. Como mencioné anteriormente, pareciera no pasar mucho pero realmente está lleno de sutilezas, de cosas que se dejan entrever y detallitos que a primer vistazo parecieran ordinarios -pero sí tienen mucha importancia.

Hace un par de años leí Nunca me abandones, del mismo autor, libro que en su momento me encantó. Cuando escuchaba el nombre de Ishiguro, automáticamente lo asociaba a sus historias de ciencia ficción, por lo que tenía curiosidad de ver al autor explorando otros temas. Y me sorprendió demasiado. En esta historia, encuentro una narrativa más instrospectiva y contemplativa, lo cual puede dar la sensación de que la historia se desgrana muy lento, pero la forma en que Ishiguro la plasma fascina.

La historia es muy evocadora. Tanto los escenarios que recrea, transportándonos por completo a esa mansión de Lord Darlington o a la campiña inglesa; o los recuerdos en esas fiestas que se celebraban en la mansión. Casi casi uno puede sentir la brisa que sopla en el campo, o escuchar las carcajadas y chismorreos en el cuarto de al lado. Sea la escena que se lea, uno no puede evitar dejarse absorber por las preocupaciones y percepciones de Stevens.

Y déjenme decirles que el libro depara algunas sorpresas, que al menos yo no vi venir ni de lejos. Hay algunos recursos narrativos que Ishiguro utiliza hábilmente y le dan un plus al libro. En retrospectiva, toda la historia hace clic y todas las pistas estuvieron ahí, discretamente dispuestas para dar sentido al final. Hablando del desenlace: me dejó devastada, boquiabierta y melancólica. Pensando mucho en el protagonista, pero también mucho en mí misma.

Si buscan un libro de drama con tintes históricos, se los recomiendo mucho. Es una lectura sutil que si se dejan arrastrar al mundo de Stevens se sorprenderán, desesperarán y entristecerán. Porque eso provocan los buenos libros, cuestionarnos a nosotros mismos cómo estamos viviendo.

1 comentario:

  1. ¡Holaaaa!

    Tengo que leer algo de este autor, desde luego. Me gusta ese estilo melancólico y triste que tiene. Y encima, veo que la historia no te la ves venir sino que tiene alguna vuelta de tuerca que no te esperas, eso está genial.
    En fin, veo que te ha gustado mucho, me alegro ^^

    ¡besotes!

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