Mi experiencia leyendo mujeres + maratón #GuadalupeReinas2020

¡Hola a todxs! Hoy les traigo una entrada diferente que me emociona bastante, y es a raíz del reto que nos dan las chicas de Libros B4 Tipos a raíz de su maratona #GuadalupeReinas2020, del que ya les he hablado en otros años. Esta entrada se dividirá en dos partes: mi experiencia leyendo mujeres y participando en la maratón.

Cuando uno es chico y no tiene consciencia social, cuando no está enterado de que la violencia es estructural y tiene diversas formas de manifestarse (como en el lenguaje, en acciones mundanas y pequeñas), cuando hasta se desconoce el concepto de patriarcado, menos se es consciente de lo que se consume culturalmente. Todos hemos dicho alguna vez que cuando leemos, no nos fijamos en el género del autor, sólo en la historia... Pero muchas veces los libros que nos ponen en frente son de hombres. A través de la mercadotecnia, nos presentan una y otra vez historias escritas por hombres; y libros  seleccionados de mujeres. Porque sí nos preguntan libros de ciencia ficción, difícilmente nombramos a una mujer en la lista: lo mismo con terror. Porque es socialmente aceptado que las mujeres hablen de amor y romance, pero nada más allá de ello. Pienso en libros de divulgación científica y me vienen varios de hombres, pero apenas uno de una mujer.

Así que sí, el decir que leemos sin ver el género es negarnos a ver las diferencias estructurales y quedar a merced de la mercadotecnia. Digo, yo este año siento que le di más oportunidad a libros de mujeres: en octubre leí exclusivamente voces femeninas. Y aun así, el conteo final es 47 mujeres de 84 libros. Osea que aún con consciencia de leer mujeres, es casi un empate: imagínense cuando uno no es consciente de ello.

Creo que estos años que me di más a la tarea de leer las voces de mujeres, y déjenme decirles que nos estamos perdiendo de valiosas historias contadas por la otra mitad de la población. Digo, siempre he considerado Stephen King de mis escritores favoritos. Hay dos razones: la primera, crea historias inquietantes, un poco terroríficas. Aunque el horror es un género que tengo bastante abandonado, lo disfruto enormemente. En segundo lugar, King crea personajes geniales: con trasfondo, con una psicología bien delineada. 

Así que este año me entristeció ver que se acaba el 2020 y ningún libro de King aparece en mi recuento de este año. Pero también recuerdo que este año leí La cámara sangrienta, reinterpretaciones de cuentos de hadas con un enfoque sangriento y reivindicativo (reseña en el blog) que me hicieron abrir mucho los ojos, que me inquietaron y con personajes bien delimitados, que te dejan pensando. Y también leí Mandíbula de Mónica Ojeda: una historia con un grupo adolescente inquietante que me perturbó bastante. Es una historia tremendamente original, que analiza la maternidad de una forma oscura, los creepypastas y cultos, la presión social. Así que me alegra haber dado oportunidad a esas historias bárbaras, en vez de leer lo mismo de siempre. Aunque King es de mis autores favoritos, honestamente Mandíbula o La cámara sangrienta es mejor que varios de sus libros. Al menos, generan mayores sentimientos e impresiones en mí.

Y no lo voy a negar: en varios de sus libros las mujeres que leí tratan algunos temas como maternidad o la imagen corporal. Y no se los reprocho: si es un tema que a muchísimas nos preocupa queramos o no ¿por qué no hablar de ello? Porque ciertamente muchas veces los hombres no hablan de ello. O si lo hacen, es de forma estereotipada o idealizada. Así que me alegro de encontrar palabras para mis inquietudes. O de leer de la experiencia de otras mujeres, que aunque no me atraviese personalmente, es valiosa. 

Aunque pueda parecer una obviedad, también las mujeres escriben historias valiosas que poco tienen que ver con el género, como Kalpa Imperial: que nos presenta cuentos fantásticos del imperio más vasto que haya existido jamás. El universo que recrea es impresionante, me hizo soñar y pocos libros alcanzan ese nivel de profundidad. O Mi año de descanso y relajación, que recrea una crítica impresionante a la sociedad de consumo estadounidense y la importancia de la salud mental (reseña en el blog).

Así que sí: las mujeres escriben historias increíbles. Y con este patriarcado, que está estructurado sistemáticamente para evitar que las voces de las mujeres tengan tanto alcance o éxito, a menos que encaje en sus estándares o intereses, es una tarea difícil. Debemos se conscientes de nuestra lecturas: qué leemos y a quiénes leemos. Cuestionarnos como lectores en lo que invertimos nuestro tiempo y dinero.

Y por último, mis comentarios participando en la maratón Guadalupe Reinas en esto seré breve porque ya la entrada es eterna xD. En 26 días debemos leer 10 libros, lo cual es genial porque no hay nada más bonito que leer, especialmente si es acompañado de más lectores. Pero creo que lo que más me gusta es que es con determinadas consignas: te reta a variar más tus lecturas. Por ejemplo, este año es leer un webtoon o cómic de libre distribución y me parece asombroso, pues es un género o fenómeno al que nunca le di oportunidad, y ahora lo haré. Ver a tantas personas leyendo, hablando de la maratona siempre me motiva y me pone feliz. Este año no sé si logre leer los 10 libros; si el próximo año sólo me proponga la mitad. Pero estoy segura de siempre participar, porque me pone bien contenta y me abraza el corazón estos días que tanto lo necesito.

Ustedes ¿están participando en la maratón? ¿Qué opinión tienen de leer mujeres específicamente? Besos y recuerden cuidarse mucho estas semanas: si tanto queremos a nuestros amigos y seres queridos, hay que demostrarlo cuidando su salud.