sábado, 20 de marzo de 2021

Recomendaciones #MarzoAsiatico

 ¡Hola a todxs! Hoy vengo emocionada a platicarles de una iniciativa que se está llevando este mes y me parece brillante y necesaria: marzo asiático. La inició la booktuber Magrat Ajostiernos y consiste en leer cualquier autor del extenso continente de Asia durante marzo.

Me parece indispensable esta iniciativa, ya que nuestras lecturas están mayoritariamente occidentalizadas (por no decir que un importante porcentaje es anglosajón). Confieso haber visto otros años esta iniciativa y pensar "ay, ¿para qué? En cualquier momento puedo leer un autor de Asia". Pero la realidad es que mis lecturas no llegan ni al 5%: con suerte un par de libros se cuelan.

Así que este mes tengo de meta leer al menos dos libros de autores asiáticos. No me aviento todo el mes porque tengo varias lecturas conjuntas a las que me comprometí desde febrero, pero en mi reto anual de lectura tengo leer 5 libros de autores de diversas regiones de Asia. Por ahora, les traigo tres recomendaciones de libros que amo con la pasión de mil soles.


Keiko es una joven de 36 años que nunca ha encajado en su entorno: ni con su familia, amigos o compañeros. Hasta que a los 18 años trabaja en una pequeña tienda de conveniencia (como un 7 Eleven u Oxxo), empieza a sentirse integrada en sociedad, a imitar comportamientos y sentirse feliz. Pero todos a su alrededor la empiezan a presionar para conseguir pareja, a buscar un mejor empleo, a formar una familia... por lo que Keiko empezará a dudar de su rol en sociedad y tomar acciones precipitadas.

Es una historia peculiar, divertida, ridícula y entrañable sobre una chica que no entiende las dinámicas y normas sociales; que retrata el absurdo de nuestra vida cotidiana y el imperativo rol que tenemos impuestos como individuos miembros de una sociedad. Me sorprendió encontrar la narrativa tan fluida, la voz tan potente e introspectiva que tiene la protagonista. Es una lectura mordaz, irónica y hasta cierto punto absurda, que te saca sonrisas y te deja pensando.


Los cuentos que Keret escribe son sumamente fantásticos, absurdos y surrealistas. Y a la vez, son tan verosímiles y cercanos a la realidad. En pocas páginas, Keret aborda temas cotidianos como el terrorismo, la violencia, la depresión, el desconcierto. Porque a final de cuentas la realidad es así de angustiante e incomprensible.

Son historias que hablan de la soledad, del resentimiento, de la confusión. Hablan sobre la futilidad y fugacidad de la vida. Que retratan la vida israelí: las heridas abiertas del holocausto, las constantes referencias o cotidianidad de la vida en el ejército, lo tenso que puede convertirse un día cotidiana en la calle al encontrarse un judío con un árabe. Cuentos fantásticos que reflejan la realidad, que la critican, que explotan nuestros peores miedos y lo peor de nosotros.

Y un recurso muy poderoso presente a lo largo de sus historias es la violencia. Su uso es sumamente curioso: como única respuesta posible al absurdo de la vida, a la impotencia que se experimenta en multitud de situaciones. Recurrir al uso de la fuerza física cuando el razonamiento es incapaz de actuar. Algo muy animal, primario: una respuesta ante la angustia, la incomprensión de la vida o situaciones a la vez cotidianas y absurdas.

Es curioso cómo retrata la violencia de Medio Oriente en sus cuentos: a veces, en situaciones tensas que nosotros jamás tendremos que experimentar; otras veces, personajes que explotan con circunstancias cotidianas. Y es que a través de la violencia te genera imágenes muy poderosas que se quedan pegadas a tu cabeza. Porque a veces, la única forma de reaccionar ante el absurdo es la violencia.


Persepolis es una autobigrafía donde, a través de recuadros de historieta, Sartrapi nos muestra su infancia, adolescencia y adultez en un país donde las mujeres apenas tienen una voz. Este libro lo leí hace cuatros años, cuando mis conocimientos sobre Irán eran casi nulos y sigo recomendándolo ampliamente. En su momento fue toda una revelación para mí: era poco lo que sabía sobre países del Medio Oriente y con este libro ves los conflictos, la revolución y el régimen teocrático que vive Irán desde hace apenas unas décadas.

A pesar de que es muy crudo, que te provoca enojo e indignación, tiene su toque de hilaridad: una lectura que llega al corazón de todos, y nos hace recordar por qué en la actualidad el feminismo sigue siendo tan importante.


Y esas fueron todas mis recomendaciones. Este mes estoy leyendo otros libros, como Almond de Won-Pyung Sohn. Ya en el siguiente mes les platicaré de lo que leí. Platíquenme ustedes ¿qué libro les acompaña este marzo asiático?

Recordemos siempre la importancia de leer autores asiáticos. Porque las editoriales y las mesas de novedades constantemente nos empujarán a leer occidentales, que no es malo. Pero no olvidemos de leer a la otra mitad del mundo, la no occidentalizada. Las voces asiáticas (y las africanas también) tienen historias valiosas que contar. Leámoslos este mes y todo el año.

2 comentarios:

  1. ¡Hola! Es algo que me pasa mucho y aunque soy consciente, me cuesta animarme a leer literatura asiática. De los libros que mencionas he leído dos y la verdad es que me parecieron curiosos.

    ¡Nos leemos!

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  2. ¡Jolín! Pues yo no he leído ninguno de esos, pero me los llevo apuntados. Recién me acabo de incorporar a la lectura asiática y tengo muchas ganas de descibrir títulos nuevos. ¡Muchas gracias por la recomendación!

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